confiar en Dios archivos - Judia & Catolica https://judiaycatolica.com/tag/confiar-en-dios/ Mi Camino Personal y Reflexiones sobre ser Judia y Católica, al mismo tiempo. E intentando hacer Visible algo de lo Invisible Thu, 18 Dec 2025 18:57:05 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.3 https://judiaycatolica.com/wp-content/uploads/2023/11/cruzymagendavid-150x150.jpg confiar en Dios archivos - Judia & Catolica https://judiaycatolica.com/tag/confiar-en-dios/ 32 32 Navidad: aprender a esperar lo inesperado https://judiaycatolica.com/navidad-aprender-a-esperar-lo-inesperado/ https://judiaycatolica.com/navidad-aprender-a-esperar-lo-inesperado/#respond Thu, 18 Dec 2025 14:48:38 +0000 https://judiaycatolica.com/?p=3596 Desde el principio de todo, en el Génesis, luego de la caída del ser humano —ese momento decisivo en el que Adán y Eva comen del fruto prohibido por no confiar en Dios—, Él promete el envío de un salvador, de un Mesías. Y desde ese momento, fue preparando a un pueblo, al pueblo de […]

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Desde el principio de todo, en el Génesis, luego de la caída del ser humano —ese momento decisivo en el que Adán y Eva comen del fruto prohibido por no confiar en Dios—, Él promete el envío de un salvador, de un Mesías.

Y desde ese momento, fue preparando a un pueblo, al pueblo de Israel, para que de allí naciera el Mesías.
A través de los patriarcas y de los profetas fue revelándose, y mediante su amor y sus enseñanzas fue preparando el corazón del pueblo para esta misión esencial.

Y llegada la plenitud de los tiempos, Dios cumplió sus promesas, enviando a Jesús, el Mesías, nacido en una familia judía en Belén. Esto es lo que celebramos en cada Navidad, como vimos en el video anterior.

¿Por qué no todos lo reconocieron?

Como judía y católica, muchas veces me preguntan por qué los judíos no creyeron en Jesús como el Mesías. Esta es una pregunta muy profunda, cuya respuesta abarca muchos planos y merece ser desarrollada con tiempo.

Pero mi primera respuesta suele ser siempre la misma: en realidad, los judíos sí reconocieron a Jesús como el Mesías. María, José, los apóstoles y los cientos de primeros cristianos eran judíos: judíos que creyeron que Jesús era el Mesías esperado y prometido por Dios.

Es cierto que el judaísmo, en su totalidad, no reconoce a Jesús como el Mesías, por diversos motivos que veremos en otra ocasión.

Un pueblo oprimido, un Mesías esperado

Ahora bien, si nos situamos en ese momento histórico, en la situación concreta que estaba atravesando el pueblo de Israel, vemos que vivían un tiempo muy difícil: una etapa de profunda opresión bajo el dominio del Imperio Romano.

No todos, pero sí la mayoría de los judíos, esperaba un Mesías que los liberara de esa situación tan desesperante. Un nuevo rey David, un descendiente de David que actuara como un rey fuerte, justo, con gran poder terrenal.

Un Mesías que expulsara a los romanos, restaurara la soberanía de Israel y trajera la paz.

Un Salvador que nadie esperaba

Y es en ese contexto tan duro que este acontecimiento, anunciado con fuerza por los profetas y esperado por generaciones durante siglos, llegó una noche, en total silencio.

Jamás hubiéramos imaginado que nuestro Salvador vendría en forma de bebé, bajo la condición más vulnerable de todas, y puesto —literalmente— en nuestras manos.

Durante su vida pública, Jesús realizó milagros: curó a los ciegos y a los paralíticos, y resucitó a muertos. Esto también alimentó, para algunos que lo observaban desde cierta distancia, la expectativa de una salvación terrenal. Sin embargo, quienes escuchaban con profundidad su mensaje comenzaban a sospechar que sus expectativas acerca del Mesías estaban siendo descolocadas. La lógica de Dios es muy distinta de la nuestra, y Jesús intentó mostrarlo una y otra vez a través de sus acciones y de sus parábolas.

El Mesías tan esperado terminó muerto en la cruz: la muerte más indigna que podía existir en ese tiempo.

Muchos quedaron desilusionados.
Otros comprendieron que el Reino de Dios seguía otros caminos.

Una tensión que sigue viva hoy

Pero esa tensión no quedó atrapada en el siglo I.
Sigue viva hoy, quizá con otros nombres, pero con la misma lógica.

¿Acaso no seguimos esperando un Dios que actúe según nuestras propias expectativas?
Que cambie las circunstancias cuando se vuelven difíciles,
que quite los problemas,
que ordene el mundo,
que elimine el dolor?

Queremos un Dios que actúe con inmediatez,
que imponga una justicia visible,
que restablezca el orden
y erradique el mal que existe en el mundo.

Y cuando no lo hace, nos preguntamos si realmente existe, si está allí, si le importa.

¿Y acaso cuando actuamos así, no nos parecemos a quienes estaban al pie de la cruz, diciéndole que, si realmente era el Mesías, se salvara a sí mismo y bajara de ella?

La lógica inversa de Dios

Jesús no bajó de la cruz, aunque podía hacerlo.
No porque le faltara poder,
sino porque su misión no era evitar el sufrimiento.

No vino a borrar el dolor del mundo,
sino a atravesarlo, a cargarlo, a asumirlo, a transformarlo.
No para glorificar el sufrimiento en sí mismo, sino para darle sentido,
para mostrar que incluso allí donde todo parece perdido, Dios sigue estando presente,
amando hasta el extremo.

Aprender a esperar lo inesperado

En nuestra vida, en general, queremos entender para confiar,
pero Dios nos propone la lógica inversa.
Nos pide entrega, confianza, abandono en sus manos;
hacernos como niños, confiando en quien nos guía.

No por su bien, sino por el nuestro, para que vivamos de un modo más pleno.
Él no nos pide una confianza ciega: a lo largo de toda la Revelación
nos ha dado pruebas tangibles de que Él es digno de nuestra confianza.

Del mismo modo que la llegada del Mesías al mundo, muchas veces los signos de Dios
tienen «apariencia de bebé», o son tan pequeños como un grano de mostaza,
casi imperceptibles, pero capaces de poner en marcha algo inmenso.

Ojalá podamos aprender de nuestra historia, dejar de intentar comprenderlo todo
y aprender a esperar lo inesperado, a dejarnos sorprender.

Ojalá podamos abandonarnos en Él, soltar los remos de la barca,
dejar que Él conduzca y aprender a disfrutar del viaje.

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Charla: Creo en Dios. Le creo a Dios? La confianza y la palabra de Dios en nuestra vida https://judiaycatolica.com/charla-creo-en-dios-le-creo-a-dios-la-confianza-y-la-palabra-de-dios-en-nuestra-vida/ https://judiaycatolica.com/charla-creo-en-dios-le-creo-a-dios-la-confianza-y-la-palabra-de-dios-en-nuestra-vida/#respond Sun, 24 Sep 2023 20:16:37 +0000 https://judiaycatolica.com/?p=3145 A continuación comparto un zoom grabado sobre la charla en el mes de la biblia: Creo en Dios. Le creo a Dios? La confianza y la palabra de Dios en nuestra vida

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A continuación comparto un zoom grabado sobre la charla en el mes de la biblia: Creo en Dios. Le creo a Dios? La confianza y la palabra de Dios en nuestra vida

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