salmos archivos - Judia & Catolica https://judiaycatolica.com/tag/salmos/ Mi Camino Personal y Reflexiones sobre ser Judia y Católica, al mismo tiempo. E intentando hacer Visible algo de lo Invisible Thu, 17 Apr 2025 15:50:26 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.2 https://judiaycatolica.com/wp-content/uploads/2023/11/cruzymagendavid-150x150.jpg salmos archivos - Judia & Catolica https://judiaycatolica.com/tag/salmos/ 32 32 Los salmos que Jesús rezó en la cruz https://judiaycatolica.com/los-salmos-que-jesus-rezo-en-la-cruz/ https://judiaycatolica.com/los-salmos-que-jesus-rezo-en-la-cruz/#respond Thu, 17 Apr 2025 15:48:45 +0000 https://judiaycatolica.com/?p=3397 Los salmos han acompañado a generaciones enteras del pueblo de Israel… y siguen haciéndolo hasta hoy.Son cantos de celebración, de súplica, de dolor.Nos ayudan a atravesar tanto los momentos más luminosos de la vida como esos otros en los que parece reinar el silencio de Dios. Jesús, como judío, también los rezó durante toda su […]

La entrada Los salmos que Jesús rezó en la cruz se publicó primero en Judia & Catolica.

]]>

Los salmos han acompañado a generaciones enteras del pueblo de Israel… y siguen haciéndolo hasta hoy.
Son cantos de celebración, de súplica, de dolor.
Nos ayudan a atravesar tanto los momentos más luminosos de la vida como esos otros en los que parece reinar el silencio de Dios.

Jesús, como judío, también los rezó durante toda su vida.
Y en el momento más importante —en la cruz— también los pronunció.

Las “siete palabras” de Jesús en la cruz no son solo frases sueltas.
Son las últimas palabras de alguien que está muriendo.
Y cuando alguien sabe que está muriendo, cada palabra importa.
No son arbitrarias.
Son elegidas. Pensadas.
Y en el caso de un crucificado, donde hablar es una tortura… esas palabras revelan lo hay en lo más profundo de su corazón.

De esas siete frases, dos están tomadas directamente de los salmos.
Jesús los había cantado con sus discípulos en la Última Cena —como vimos en el articulo anterior—, y ahora, en el final de su vida, los vuelve a rezar.

Dos salmos.
Dos oraciones.
Dos momentos clave de la Cruz.

Primero, el Salmo 22:
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”

Y más tarde, el Salmo 31:
En tus manos encomiendo mi espíritu.”

¿Cómo puede un hombre pasar de decir “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” a decir: “En tus manos encomiendo mi espíritu”?
¿Cómo se transita de la sensación de abandono a la entrega total?

Lo que parece una contradicción es, en realidad, un recorrido.
Un camino interior.
Un tránsito desde el dolor hacia la esperanza.
Que es lo que nos enseña Jesús, y lo que nos enseñaron a hacer los salmos durante siglos.

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
Estas palabras, recogidas por Mateo y Marcos, resuenan como un grito desgarrador.
Muchos han visto en ellas solo desesperación.
Pero quienes conocen la tradición judía saben que son mucho más que eso.

Son las primeras palabras del Salmo 22.
Y en la tradición de Israel, citar el comienzo de un salmo es evocar todo su contenido.
Es como si Jesús estuviera rezando el salmo entero con una sola frase.

Entonces, si leemos el salmo completo, podemos comprender algo totalmente diferente de lo que estas palabras aparentan expresar…

Y ese salmo, aunque empieza con un clamor de angustia, termina con una alabanza confiada.
Veamos algunos de los versículos.

El salmo comienza así:

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
¿Por qué estás lejos de mi clamor y mis gemidos?
Te invoco de día, y no respondes,
de noche, y no encuentro descanso.”

Pero más adelante, dice:

“En ti confiaron nuestros padres,
confiaron y tú los liberaste;
clamaron a ti y fueron salvados,

confiaron en ti y no quedaron defraudados.”

Ya vimos en otros videos que muchos salmos hacen este ejercicio de rememorar el paso de Dios en la vida del pueblo de Israel y, a la vez, en la propia vida.
Y eso vuelve a fortalecer a quien lo reza, porque entiende que Dios nunca defraudó a su pueblo, ni a quienes lo buscan, y tampoco lo va a defraudar a él.
Entonces, en medio del dolor y la tragedia, el salmista expresa su confianza inquebrantable en Dios.

Este salmo, además, expresa aún mucho más.
Tiene un carácter profético.
Jesús no solo lo reza, sino que lo vive en carne propia.

Leamos en detalle lo que dice el salmo y vamos a verlo en relación a los relatos de la Pasión en los Evangelios:

“Los que me ven, se burlan de mí,
hacen una mueca y mueven la cabeza, diciendo:
‘Confió en el Señor, que él lo libre;
que lo salve, si lo quiere tanto’.
(Salmo 22, 8-9)

Lucas 23 nos dice:
“El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: ‘Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!’
También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le decían: ‘Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!
’”

Y el Salmo continúa (22, 17-19):

“Taladran mis manos y mis pies,
me hunden en el polvo de la muerte.
Yo puedo contar todos mis huesos;
ellos me miran con aire de triunfo,
se reparten entre sí mi ropa
y sortean mi túnica.”

Evangelio de Juan 19, 23-24:

Después que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestiduras y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno. Tomaron también la túnica, y como no tenía costura, porque estaba hecha de una sola pieza de arriba abajo,
se dijeron entre sí: ‘No la rompamos. Vamos a sortearla, para ver a quién le toca’. Así se cumplió la Escritura que dice: Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica. Esto fue lo que hicieron los soldados.”

Este salmo, escrito siglos antes, parece describir lo que está ocurriendo al pie de la cruz.
Las palabras del salmo se hacen cuerpo en Jesús.
Lo que había sido oración del pueblo, se convierte en experiencia viva del Mesías.

Y el Salmo 22 concluye con esperanza:

Contaré tu nombre a mis hermanos,
te alabaré en medio de la asamblea.”

“Porque no ha mirado con desdén ni desprecio la miseria del pobre,
no le ocultó su rostro y cuando pidió auxilio, lo escuchó.

Jesús empieza con este salmo.
Y con eso, nos muestra que incluso en el abandono… hay un camino hacia la confianza.
Y al final, lo confirma con su última frase del Salmo 31:

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.”

Con esta frase, Jesús se entrega.
Se confía plenamente a su Padre.

No está huyendo del dolor.
Lo está atravesando.
Y lo hace con la misma oración que sostuvo a su pueblo durante siglos.

Jesús muere como vivió: en diálogo con Dios.
Y ese diálogo, aun en la cruz, no está marcado solo por la angustia,
sino también por la certeza de que Dios no abandona.
Que el silencio de Dios no es ausencia.
Que en medio de la noche… la oración nos ilumina.

Y frente a esto, podemos aprovechar estos días para reflexionar también nosotros…

¿Qué palabras brotan de nuestra boca en nuestras propias cruces?
¿Podemos —como Jesús— hacer nuestros los salmos?
¿Dejarnos llevar por ese camino que va del abandono a la confianza?
Del dolor a la esperanza.
De la soledad… a la comunión.

Porque también nosotros, en medio de nuestras noches, podemos recordar como lo hizo Jesús.
Recordar que no estamos solos,
que hay una historia detrás que nos sostiene,
una fidelidad que no falla.

Los salmos no son solo palabras antiguas.
Son el puente entre nuestra fragilidad y la fuerza de Dios.
La voz que nos ayuda a seguir rezando cuando ya no tenemos palabras.

Y así, como lo hizo Jesús, también nosotros podemos confiar.
Incluso en la cruz.
Incluso en la noche.
Incluso cuando todo parece perdido…
podemos seguir confiando, porque su fidelidad no se apaga.

A entregar nuestro espíritu, sabiendo que Dios nos recibe con amor.
Porque su fidelidad es eterna.
Y en cada cruz, Él nos sostiene con sus manos.

La entrada Los salmos que Jesús rezó en la cruz se publicó primero en Judia & Catolica.

]]>
https://judiaycatolica.com/los-salmos-que-jesus-rezo-en-la-cruz/feed/ 0
Los Salmos que rezó Jesús en la Cruz. VIDEO https://judiaycatolica.com/los-salmos-que-rezo-jesus-en-la-cruz-video/ https://judiaycatolica.com/los-salmos-que-rezo-jesus-en-la-cruz-video/#respond Thu, 17 Apr 2025 13:33:51 +0000 https://judiaycatolica.com/?p=3393 Entre las «7 palabras», más bien frases, que Jesús pronunció en la cruz, dos de ellas fueron Salmos. No fueron palabras al azar: fueron oraciones elegidas, llenas de sentido. En este video, exploramos qué significan esas palabras, por qué las dijo, y cómo nos invitan también a nosotros a rezar incluso en medio del dolor. […]

La entrada Los Salmos que rezó Jesús en la Cruz. VIDEO se publicó primero en Judia & Catolica.

]]>

Entre las «7 palabras», más bien frases, que Jesús pronunció en la cruz, dos de ellas fueron Salmos. No fueron palabras al azar: fueron oraciones elegidas, llenas de sentido.

En este video, exploramos qué significan esas palabras, por qué las dijo, y cómo nos invitan también a nosotros a rezar incluso en medio del dolor. Estos Salmos, son oraciones que acompañaron al pueblo de Israel por generaciones: para alabar, para suplicar, para atravesar el silencio de Dios… Y Jesús, como judío, los rezó también. En ellos encontró palabras para sostenerse en el dolor, para confiar, para entregarse y hoy, también nosotros, podemos hacer lo mismo.

La entrada Los Salmos que rezó Jesús en la Cruz. VIDEO se publicó primero en Judia & Catolica.

]]>
https://judiaycatolica.com/los-salmos-que-rezo-jesus-en-la-cruz-video/feed/ 0
Los salmos de la Última Cena: lo que Jesús cantó antes de la cruz https://judiaycatolica.com/los-salmos-de-la-ultima-cena-lo-que-jesus-canto-antes-de-la-cruz/ https://judiaycatolica.com/los-salmos-de-la-ultima-cena-lo-que-jesus-canto-antes-de-la-cruz/#respond Thu, 17 Apr 2025 13:28:23 +0000 https://judiaycatolica.com/?p=3379 Desde tiempos antiguos, el pueblo de Israel ha cantado salmos para celebrar y para suplicar.En los momentos de gozo, como acción de gracias.Y en las noches más oscuras, para atravesar el dolor, la ausencia, la espera. Los salmos han sido un modo de hablarle a Dios… pero también de escuchar su eco en la historia.Un […]

La entrada Los salmos de la Última Cena: lo que Jesús cantó antes de la cruz se publicó primero en Judia & Catolica.

]]>

Desde tiempos antiguos, el pueblo de Israel ha cantado salmos para celebrar y para suplicar.
En los momentos de gozo, como acción de gracias.
Y en las noches más oscuras, para atravesar el dolor, la ausencia, la espera.

Los salmos han sido un modo de hablarle a Dios… pero también de escuchar su eco en la historia.
Un modo de hacer memoria: de su fidelidad, de su presencia, incluso cuando parecía lejos.
De afirmar, aun con lágrimas, que Dios nunca dejó de acompañar a su pueblo.

Jesús, como parte de ese pueblo, también los cantó.
Y lo hizo justo antes de enfrentar la cruz.
En la Última Cena, eligió unir su voz a la de generaciones enteras que, en medio del dolor, cantaban para no soltar la esperanza.

Los evangelios nos cuentan que la noche de la Última Cena,

Después de cantar los salmos, salieron al monte de los Olivos” (Mt 26,30; Mc 14,26).

Pero, ¿Cuáles eran esos salmos? ¿Qué fue lo que cantaron Jesús y sus discípulos en esa noche tan significativa?

Como hemos visto en otros videos y artículos, la Última Cena no fue una comida cualquiera. Fue un Séder de Pésaj, la tradicional cena de la Pascua judía.

Y en cada Séder, desde hace siglos y hasta el día de hoy, se entonan los mismos salmos: del 113 al 118, y también el Salmo 136, conocido como el Gran Hallel.

Estos salmos celebran la salida de Egipto, la experiencia de la libertad, y la fidelidad constante de Dios. Son conocidos como el Hallel, que en hebreo significa alabanza.

Alabar es mucho más que cantar. Es proclamar quién es Dios, reafirmar su identidad, y recordarnos sus cualidades.
Nos ayuda a hacer memoria de su acción en la historia, y a reconocer quién es Él para nosotros hoy.

Es el Dios bondadoso y compasivo, lento para enojarse y grande en misericordia.
Es la roca que sostiene, la fortaleza que nos protege.
Es el Dios que libera, porque no nos quiere esclavos.
El Dios que hace justicia, que no deja impune el mal.

Rezar estos salmos renueva nuestra confianza en Él. Y esa confianza nos sostiene en lo cotidiano.

La Pascua judía tiene una fuerza especial porque no ignora el dolor del pasado. Celebra la libertad, sí, pero sin olvidar la esclavitud.
Se brinda con vino, pero también se comen hierbas amargas, remojadas en agua con sal, que evocan las lágrimas del sufrimiento.

Es una alegría que no niega el dolor atravesado.

Y fue en ese contexto de memoria viva y agradecida que Jesús cantó con sus discípulos.
Sabía lo que estaba por venir.
Y, aun así, eligió cantar.

¿No es profundamente conmovedor imaginar a Jesús, horas antes de ser entregado, cantando con sus amigos sobre la fidelidad de Dios, sobre la esperanza, sobre el amor eterno?

Cantaba para fortalecerse.
Cantaba para confiar.
Cantaba porque sabía que detrás del dolor… vendría la libertad.
Cantaba para enseñarnos cómo atravesar nuestras propias noches oscuras.

Tomemos un momento para contemplar algunos versículos de los salmos que probablemente entonó esa noche. Cerremos los ojos, y tratemos de imaginar la escena: Jesús saboreando el pan y el vino, compartiendo con sus amigos más íntimos la alegría del encuentro… y también la tristeza de la traición,
la esperanza de la resurrección… y el dolor de la pasión que ya se acercaba.

En el Salmo 115 se escucha esta invitación:

“Pueblo de Israel, confía en el Señor:
Él es tu ayuda y tu escudo.”

Y el Salmo 116 expresa con ternura y fe:

“Amo al Señor, porque él escucha
el clamor de mi súplica,
porque inclina su oído hacia mí
cuando yo lo invoco.

Los lazos de la muerte me envolvieron,
me alcanzaron las redes del Abismo;
caí en la angustia y la tristeza,
entonces invoqué al Señor:


‘¡Por favor, sálvame la vida!’.
El Señor es justo y bondadoso,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor protege a los sencillos:
yo estaba en la miseria y me salvó.


Él libró mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas
y mis pies de la caída.


Yo caminaré en la presencia del Señor,
en la tierra de los vivientes.
Tenía confianza, incluso cuando dije:
‘¡Qué grande es mi desgracia!’”

Y el Salmo 118 continúa:

“En el peligro invoqué al Señor,
y él me escuchó dándome un alivio.
El Señor está conmigo: no temeré.”
(5-6)

Frente a esto, podemos imaginar cómo resonaban esas palabras en el corazón de Jesús.
Cómo cada verso le recordaba la fidelidad de Dios a lo largo de la historia de su pueblo.
Cómo, aun en medio del dolor, se sostenía en la certeza de que Dios escucha, salva y permanece.
No eran solo rezos: eran memoria viva.
Una forma de atravesar la oscuridad, recordando que Dios nunca dejó de estar.

Y con este ejemplo hoy quizás podemos preguntarnos nosotros
¿Qué salmos cantamos cuando atravesamos nuestras noches más oscuras?
¿Qué palabras nos sostienen cuando no entendemos lo que nos pasa, cuando sentimos que todo se nos desmorona?

Tal vez, como Jesús, podemos también nosotros cantar en medio del dolor.
Podemos recordar que la Pascua no es solo un recuerdo
Es una promesa viva. Es una esperanza que no se apaga.

El Salmo 136 lo repite como un mantra:

“Es eterno su amor.”

Aquella noche, Jesús nos regaló una nueva forma de transitar el sufrimiento.
Nos dio un canto de confianza.
Un canto que une la Pascua de Israel con la redención de la cruz.
Un canto que, aún hoy, nos invita a cruzar nuestras amarguras hacia la dulzura,
y nuestras esclavitudes hacia la libertad.

Que también nosotros, como Jesús, aprendamos a cantar… aun en la noche.
A confiar, aun cuando no entendemos.
A caminar, aun cuando tiemblan nuestros pies.

Porque su amor es eterno.
Y en cada Pascua, Él vuelve a abrir el mar.

La entrada Los salmos de la Última Cena: lo que Jesús cantó antes de la cruz se publicó primero en Judia & Catolica.

]]>
https://judiaycatolica.com/los-salmos-de-la-ultima-cena-lo-que-jesus-canto-antes-de-la-cruz/feed/ 0
Los salmos de la Última Cena. VIDEO https://judiaycatolica.com/los-salmos-de-la-ultima-cena-video/ https://judiaycatolica.com/los-salmos-de-la-ultima-cena-video/#respond Mon, 14 Apr 2025 17:55:57 +0000 https://judiaycatolica.com/?p=3390 ¿Qué salmos cantó Jesús en la Última Cena? En este video exploramos los himnos que formaron parte del Séder de Pésaj que celebró con sus discípulos, y cómo esas palabras —rezadas por generaciones del pueblo de Israel— lo sostuvieron en las horas más difíciles. Un canto de confianza, de memoria y de esperanza… también para […]

La entrada Los salmos de la Última Cena. VIDEO se publicó primero en Judia & Catolica.

]]>

¿Qué salmos cantó Jesús en la Última Cena? En este video exploramos los himnos que formaron parte del Séder de Pésaj que celebró con sus discípulos, y cómo esas palabras —rezadas por generaciones del pueblo de Israel— lo sostuvieron en las horas más difíciles. Un canto de confianza, de memoria y de esperanza… también para nosotros hoy.

La entrada Los salmos de la Última Cena. VIDEO se publicó primero en Judia & Catolica.

]]>
https://judiaycatolica.com/los-salmos-de-la-ultima-cena-video/feed/ 0