abandono-al-amorEn el camino de esta vida, seamos muy o poco creyentes, siempre surgen temores, ansiedades e incertidumbres.

Personalmente me pasa a veces, que cuando estoy más estresada, o con algunas preocupaciones siento una carga tan grande que me dan ganas por un rato de ser otra vez una nena y que sean responsables de mí mis padres, y no tener que hacerme cargo de tantas cosas, personas y tareas.

Para estos momentos especialmente, pero para cada día de mi vida, esto que leí me pareció hermoso y útil (es un escrito del Sacerdote del siglo XIX Dolindo Ruotolo.

Siempre digo que haber descubierto el catolicismo no sólo aporta un  valor infinito para mi vida trascendental, sino también, tal como Jesús prometió, me da una vida llena de abundancia cada día. Y este es un ejemplo perfecto de los beneficios de tener a Dios de Amigo en la vida cotidiana.

A continuación lo copio pero con algunos cambios sólo en cuanto al idioma: lo pasé del castellano antiguo del texto original, al castellano que nos es más común hoy en día y hace, en mi opinión, más amena la lectura para que estas palabras lleguen directamente a nuestro alma.

 

«¿Por qué te confundes y agitas? Deja que Yo me encargue de tus asuntos y todo se calmará.
En verdad te digo que cada acto de verdadero, ciego y pleno abandono
en Mí produce el efecto que deseas y resuelve situaciones difíciles.

Entregarse a Mí no significa atormentarse, agitarse y desesperarse, dirigiéndome luego
una oración inquieta para que Yo te siga: eso es transformar la agitación en plegaria.

Entregarse significa cerrar plácidamente los ojos del alma, alejar las preocupaciones
y recurrir a Mí para que Yo te conduzca, como un niño dormido en el regazo materno,
a la otra orilla.

Lo que te desespera y te hace un inmenso mal es tu razonamiento, tu pensamiento,
tu  preocupación y tu obstinación en resolver por ti mismo los problemas que te afligen.

¡Cuántas cosas puedo obrar cuando el alma, tanto en sus necesidades espirituales como
materiales, recurre a Mí, me contempla y diciendo «OCÚPATE TÚ» cierra los ojos y descansa!

Obtienes pocas gracias cuando te atormentas para producirlas; en cambio, obtienes muchísimas cuando, en oración, te pones plenamente en Mis manos. Oras en el dolor para que Yo te alivie, pero para que te alivie según tus deseos…Te diriges a Mí, pero quieres que Yo me adapte a tus propósitos; eres como los enfermos que, en lugar de pedir la curación al médico, le sugieren lo que debe hacer.

No te comportes así, ora como Yo te he enseñado en el Padre Nuestro: «SANTIFICADO SEA TU NOMBRE» (es decir que seas glorificado en esta necesidad que tengo), VENGA A NOSOTROS TU REINO» (es decir que todo lo que nos sucede a nosotros y al mundo concurra a Tu reino), HÁGASE TU VOLUNTAD (o sea ocúpate Tú). Yo intervengo con toda Mi omnipotencia y resuelvo las situaciones más difíciles. Por ejemplo ¿la enfermedad se agudiza en lugar de aliviarse? No te desanimes, cierra los ojos y pídeme con fe: «Hágase tu voluntad, ocúpate Tú». Te digo que Yo me ocupo, intervengo como médico y realizo un milagro cuando es necesario. ¿Ves que el enfermo empeora? No desesperes, cierra los ojos y ora: «OCÚPATE TÚ». Te digo que Yo me ocupo.
Al abandono se opone la preocupación, la agitación y la obstinación en prever las
consecuencias de un hecho. Es como la confusión que tienen los niños cuando pretenden
que su madre se ocupe de sus necesidades, pero al mismo tiempo quieren imponerse,
entorpeciendo el trabajo de ella con sus ideas y caprichos infantiles.

Cierra los ojos y déjate llevar por la corriente de mi gracia, cierra los ojos y déjame obrar,
cierra los ojos y no pienses en el momento presente, aleja el pensamiento del futuro como
si fuera una tentación. Reposa en Mí confiando en mi bondad y te juro por mi amor que, diciéndome con entrega:»OCÚPATE TÚ», yo me ocupo plenamente, y te consuelo, te libero y te oriento.

Y cuando debo conducirte por un camino diferente del que tú vislumbras, Yo te preparo,
te llevo en mis brazos, porque no hay medicina más potente que Mi intervención de amor.
Yo me ocupo sólo cuando cierras los ojos, pero tú permaneces insomnes, quieres evaluarlo todo,
analizarlo todo, pensar en todo y así te entregas a las fuerzas humanas o, peor aún, a los hombres,
confiando en su intervención. Esto es lo que obstaculiza mis Palabras y mis Proyectos. ¡Oh, cómo deseo que te entregues a Mí por tu bien y cómo me duele verte agitado!

Satanás desea justamente esto: agitarte para alejarte de mi acción e impulsarte hacia las iniciativas humanas.
Por eso debes confiar sólo en Mí, descansar en Mí, entregarte plenamente a Mí. Yo hago milagros en proporción al pleno abandono en Mí y a tu despreocupación: ¡distribuyo tesoros de Gracias cuando tu te hallas en extrema pobreza!

Si cuentas con tus recursos, aunque sean pocos, o si los persigues , los hallas en el campo natural, siguiendo el curso natural de las cosas, que a menudo está obstaculizado por Satanás.
Ningún pensador o analista ha obrado milagros, ni siquiera los santos.

Quien se entrega a Dios obra conforme a la voluntad divina. Cuando veas que las cosas se complican,
ruega cerrando los ojos del alma: «JESÚS, OCÚPATE TÚ». Y distráete, porque tu mente se agudiza…y para ti es difícil distinguir el mal.

Confía en Mí a menudo, distrayéndote de ti mismo. Compórtate así con todas tus necesidades. Obra así todos y verás milagros inmensos, continuos y silenciosos. Te lo juro por mi Amor: yo me ocuparé, te lo aseguro.

Ora siempre con esta predisposición de entrega y obtendrás una gran paz y grandes frutos, incluso cuando Yo te hago la gracia de la inmolación de reparación y de amor que impone el sufrimiento. ¿Te parece imposible? Cierra los ojos y ruega con toda tu alma: «Jesús, ocúpate Tú». No temas, Yo me ocupo. Y tú bendecirás tu nombre humillándote. Tus oraciones no equivalen a un pacto de entrega plena; recuérdalo bien. No hay novena más eficaz que ésta:
«OH, JESÚS, EN TI ME ABANDONO, OCÚPATE TÚ»
ENTRÉGATE A MI CORAZÓN Y….VERÁS.

Quiero que creas en mi omnipotencia y no en tu acción, que trates de ponerme a
Mí en acción y no a ti a través de los demás.

Busca mi intimidad, cumple mi deseo de tenerte, enriquecerte y amarte como Yo quiero.
Déjate llevar, deja que pueda reposar en ti, manifestar en ti toda mi omnipotencia.

Si permaneces cerca de Mí sin obstinarte en actuar por tu cuenta, en correr para salir o para
decir que has cumplido, me demostrarás que crees en mi omnipotencia y Yo «obraré intensamente
junto a ti cuando hables, camines, trabajes, ores o duermas, porque «a mis amados doy todo lo
necesario, incluso mientras duermen» (Salmo 126).

Si estás conmigo sin tratar de afanarte, sin preocuparte por tus necesidades sino pidiéndome con plena fe, Yo te daré todo lo que necesites, según mi Diseño eterno. Te daré los sentimientos que quiero ver en ti, te daré una gran compasión hacia tu prójimo y te haré decir y hacer lo que yo quiera. Entonces tu acción provendrá de mi Amor. Yo solo, no tú con tu actividad, podré hacer hijos nuevos, que nacen de Mí. Podré hacer más hijos en la medida en que tú quieras ser un verdadero hijo, al igual que mi Unigénito, porque bien sabes que «si haces mi Voluntad serás mi hermano, hermana y madre» para que Yo nazca en los demás; Yo haré nuevos hijos sirviéndome de los verdaderos hijos. Lo que tú hagas para lograrlo no es nada en comparación con lo que Yo hago en la intimidad de los corazones de aquéllos que aman.»
«Permaneced en Mi Amor…si permanecéis en Mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será dado» (Juan 15)

 

 

    1 Response to "Si sentís miedos, ansiedad e incertidumbre…Lee esto"

    • Raúl

      Oh.. hermana hebrea en quien no hay dolo..sumisa al Cabestro Divino…Bendita seas…

Leave a Reply

Your email address will not be published.