El tiempo no es dinero, el tiempo es mucho más que eso.
El tiempo es de las pocas cosas que no podemos comprar.
El tiempo es lo que no vuelve.
Es lo que nos permite vivir. Es en el único lugar en donde podemos actuar, vivir, influir…
No en el pasado, no en el futuro, sólo en el ahora.
Y ese ahora es nuestro.
Elijamos en qué “perder el tiempo”…
No haciéndolo productivo económicamente con esa falsa premisa de que “el tiempo es dinero”.
Ni mirando series, una tras otra, que sólo ocupan nuestras sagradas horas en nada…
Seamos dueños del tiempo, que no vuelve. Nadie te lo puede prestar, ni ceder, es sólo tuyo… y en ese tiempo sólo nosotros somos dueños de elegir qué hacer. Cosas que dejen una marca, que den fruto duradero y queden impregnadas en alguien o que queden en el olvido.