figuras-eucaristia(Esa es una transcripción de una de las clases del Lawrence Feingold, Profesor de Teología y Filosofía, sobre el Misterio de Israel y la Iglesia dado para la asociación de Hebreos Católicos de Saint Louis, EEUU)

NOTA: La siguiente transcripción está hecha tal cual está expresada  en el audio de clase. No es un texto continuo, sino una enumeración de eventos y explicaciones de las figuras.

 

El Maná

Una de las principales figuras de la Eucaristía, la más espectacular y la más evidente de todo el Antiguo Testamento es la del Maná en el desierto. (Jesús mismo lo dice en Juan 6, como veremos más adelante).

Dios sacó, liberó a Su pueblo de Egipto, pero primero pasaron por el desierto.

El paso por el Mar Rojo, es una  figura del bautismo, que vamos a ver en otra transcripción detallada y analizada en forma completa.
El pueblo de Israel sale de la esclavitud y pasa primero por estas aguas; este bautismo que los libera de la esclavitud, o diríamos desde el punto de vista del cristianismo, la esclavitud del pecado.

Y que sigue luego del bautismo? Una vida de lucha, de tribulaciones, tal como lo vivieron los israelitas en el desierto: hambre, sed, incertidumbre. Una figura de la vida completa del cristiano. Nosotros, los cristianos,  también somos exiliados, no estamos aún en el mundo para el cual fuimos creados, sino que estamos en este mundo donde tenemos tentaciones, debilidades, hambre y sed.

San Pablo dice que todos lo que los israelitas  experimentaron en el éxodo fue hecho para nosotros. Que todo este proceso prefiguró la vida cristiana, el viaje de esos 40 años. Y cuál es la función del Maná en este tiempo? El nutriente de Dios para su pueblo, del mismo modo nosotros, cristianos, necesitamos un nutriente espiritual en este camino, en este peregrinaje terrenal, que es la Eucaristía.

Dios en su camino del desierto los acompaña, y los nutre.  Del mismo modo que lo hace hoy en día.

El Maná no viene  de abajo, de la tierra, sino de arriba, del cielo. Igual que la Eucaristía, que viene del cielo.

En Juan 6 “ Le dijeron entonces: ¿Qué, pues, haces tú como señal para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: «LES DIO A COMER PAN DEL CIELO. 32 Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo. 34 Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. 36 Pero ya os dije que aunque me habéis visto, no creéis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que viene a mí, de ningún modo lo echaré fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final. 40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día final. ”

En la encarnación Jesús vino del cielo a través de asumir la naturaleza humana en la concepción de María.

.Otra similitud es que ellos no tuvieron que trabajar para ganarse el Maná, del mismo modo que la Eucaristía, que si bien interviene un sacerdote, sólo se puede obtener mediante la intervención Divina.

-Cuando los hebreos dicen “qué es eso” cuando lo ven caer algo del cielo, en hebreo justamente esto se dice así: “Má Na?”  y de ahí viene el nombre. Muestra que era algo misterioso, algo desconocido.  Igual que la Eucaristía, que aparece de repente, y en forma misteriosa. Siempre es algo misterioso… un “qué es eso? “

.Otra similitud es que todos tuvieron el Maná que necesitaban. A nadie le faltó. Y lo mismo pasa con la eucaristía. No importa si es una hostia grande o pequeña. Cada uno recibe una Gracia proporcionada a nuestras disposiciones. Todos recibimos el mismo Jesús, pero no todos recibimos el mismo efecto de Gracia.  Somos alimentados de acuerdo en la medida del deseo del corazón de cada uno. Cada uno recibe la medida de acuerdo a su disposición o disponibilidad.

.El Maná no tenía un gusto en particular. Era dulce pero el sabor era sutil “adaptado a todos los gustos.”. Del mismo modo que lo es la Eucaristía: recibiendo a Jesús, recibimos a quien se adapta a todos los gustos y obtenemos lo que necesitamos al recibirlo.  La gracia sacramental que recibimos es apropiada para nuestras circunstancias y necesidades, y en ese sentido adaptada a todos los gustos.
Sin embargo, en el desierto algunos se quejaban y quería saborear algo diferente, otro tipo de comida, hoy en día nos pasa lo mismo. Muchos prefieren otra cosa diferente que Jesús.
.El Maná es dulce, del mismo modo que si Dios no da esa consolación, podemos sentir su dulzura a través de la Eucaristía. (Pero si o si depende si Dios nos permite esto o no, en oposición a lo que los místicos llaman la noche oscura del corazón).


Arca de la Alianza

.Moisés les dice a los israelitas que guarden algo del Maná, antes de entrar a la tierra prometida, para dejar en un jarro que vaya en el Arca de la Alianza, junto a las tablas de la ley y así dejarlo preservado. Porque era una señal de los milagros de Dios que los mantuvo durante todos los años del desierto.  Es una figura linda sobre la Adoración Eucarística.

Melquisedec

.Ofrenda de Melquisedec  (rey de justicia), que bendice a Abraham quien le ofrece en sacrificio pan y agua.

“Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino, y le bendijo diciendo: ‘Bendito sea Abrán por el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra; bendito sea el Dios altísimo, que te ha entregado tus enemigos’. Y Abrán le dio el diezmo de todo”.

Esta escena es anuncio de la Eucaristía porque el autor de la carta a los Hebreos (7,3.8) nos enseña que de este personaje no consta familia ni antepasados, ni se sabe nada de su nacimiento ni de su muerte, y además la Escritura supone que vive todavía, por lo que es figura de Cristo, Hijo eterno de Dios.

En esta acción Abraham entregó el diezmo al sacerdote de Dios Melquisedec , aunque éste no pertenecía a la tribu de Leví, tribu a la que después pertenecieron los sacerdotes israelitas (7,5-6).

Así, el sacerdocio de Jesús es superior al de los la tribu de Leví, porque Él no muere  y así intercede para siempre ante Dios (7,25); además como Jesucristo no tiene pecados no necesita ofrecer sacrificios cada día por sus pecados y por los del pueblo, sino que fue suficiente con su único sacrificio en la cruz (7,27).

Por tanto, esta escena nos muestra que en el sacramento de la Eucaristía, Jesucristo es el sacerdote que ofrece el sacrificio.

El “Pan de la Proposición”

 .El “Pan de la Proposición”, “Pan del Rostro”, “panim”  (rostro en Hebrero). Hablar con Dios cara a cara. Ofrecido ante la presencia de Dios. Está en levíticos. Puesto en un altar en el santuario, en el Kodesh Ha-Kodashím, el Santo de los Santos, donde se iba una vez al año a ese santuario el sacerdote para ofrecer pan y vino en nombre de todo el pueblo.

Es una  ofrenda a Dios y a la vez un recordatorio de su alianza y la intimidad con  Dios.  Comido solo por el sacerdote, como signo de esto.

Este pan fue el que le fue autorizado a comer a David y que Jesús cita sobre el primer libro de  Samuel cap. 21:

David entró al santuario donde estaba el sumo sacerdote y le pide pan, y el único que había era este Pan Sagrado y le permitió a David que lo coma, como excepción, bajo la condición de que  él se mantenga  puro (en cuanto a tener relaciones sexuales legítimas). Jesús cita esto en Mateo 12, “Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; 4 cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes?”

Jesús por qué se refiere a este pasaje?  Porque ese pan, que estaba siendo reservado para el sumo sacerdote, fue dado a David como símbolo de misericordia. Y eso es una figura también en la eucaristía, que no es dado solo para David, sino para todas las personas. Esta comunión especial que tenían los sumos sacerdotes, es extendida, en la nueva alianza, a todos los fieles.

.Dr. Brant Pitree, en su libro “Las raíces Judías de la Eucaristía” cuenta que en el Talmud se cuenta esto: tres veces al año los judíos debían peregrinar al Templo en Jerusalén: en Pesaj, en Pentecostés y la fiesta de los Tabernáculos. En esas ocasiones, había millones de peregrinos en Jerusalén, que venían de Israel y de la diáspora.  En esas ocasiones, el Sumo Sacerdote sacaba este “pan de la proposición” y lo levantaba y bendecía a las personas diciendo: “Contemplen el amor de Dios por ustedes”. (Se presupone que lo hacían porque al ser un signo de los milagros de Dios, era un símbolo del amor de Dios por su pueblo).

En la eucaristía no sólo tenemos un símbolo, sino tenemos a Dios mismo presente, con  este sacrificio,  en el que se muestra este máximo amor de Dios por nosotros hasta el fin de los tiempos.

Por supuesto que son solo analogías por sus similitudes, y  las diferencias entre sí son mucho más importantes, ya que el pan de la presencia es solo pan, mientras que la Eucaristía es Dios presente.

La Pascua judía es la figura clave de la Eucaristía.

En la pascua judía es central la presencia del pan. En esta ocasión es pan sin levadura. Y junto a él, también es parte el vino. En el Seder de Pesaj se toman 4 copas de vino.

El pan sin levadura (Matzá) es para recordar todo lo que los Israelitas pasaron en el desierto. No tenían tiempo de que el pan leve. Es un recuerdo de su aflicción.

Asimismo se esconde allí otro significado. El pan con levadura, es un pan inflado, en cambio el plan sin levadura no tiene este proceso, es más puro, mostrando la “pureza del corazón”, sinceridad.

Esto es una figura hermosa también de la pureza de la Eucaristía (por supuesto con su esencial diferencia que vimos antes). A su vez, la Eucaristía se combina también con el vino.

Los 4 copas de vino que se toman en el Seder de Pesaj, representan la redención de Egipto, y se canta allí el Salmo del verso 116, “Levantaré el cáliz de la salvación”.

La pascua judía es la figura más clara e importante de la Eucaristía. Se ofrece el pan y vino como una celebración de la salida de la esclavitud.  No es por accidente que Jesús eligió la Pascua para instituir la Eucaristía. (Aunque está discutido el tema, ya que algunos intelectuales, dicen que fue la noche anterior a la Pascua Judía)

Eucaristía como restauración del árbol de la vida

Otra figura de la Eucaristía, como alimento espiritual, está bien al principio de la historia  de la humanidad, en el jardín del Edén.

Siempre estuvimos halando sobre figuras relacionadas al pan, o al vino, pero también en el antiguo testamento se nos muestran figuras que tienen que ver con la realidad de la Comunión y la Gracia.

Adán y Eva caminaban en comunión con  Dios y allí  existía el Árbol de la Vida, que representaba la vida Divina, la vida Eterna que se nos dada a nosotros. Adán y Eva fueron expulsados justamente por haber perdido ese derecho a la vida “Divina”, al árbol de la vida por haber pecado.  Ya no podían tener acceso a él.

Como figura, podemos decir que el Árbol de la Vida, representa la realidad de lo que nos es dado en la Eucaristía. Una realidad relacionada a la vida eterna.

Toda la historia de la humanidad está relacionada con esta expulsión y con el deseo de ese árbol de la vida, y el propósito de la historia de la salvación es el plan de Dios de restaurar esta realidad, aunque en una forma diferente. Este es el drama, resumido, de la historia de la salvación. Dios nos creó en Gracia, con acceso a este árbol de la vida, compartiendo esta vida de Divinidad, pero ese acceso fue perdido por culpa del pecado.

Sin embargo, como Dios nos creó para una vida sobrenatural, siempre está en el interior de cada ser humano el deseo de algo más, de estar reunirnos con Él, compartir su vida, y si bien perdimos este acceso por el pecado, no dejamos de estar destinados para eso.

Lo que perdimos fueron los medios para llegar a eso, los medios para obtener esta Gracia, esta medicina para la inmortalidad, la fuente de la vida eterna.

Por eso Dios se hace hombre, para convertirse en un nuevo árbol de la vida. En la Eucaristía se ve esta restauración del árbol de la vida, para que podamos acceder a ella, mediante su consumo.  El árbol de la vida prefigura la Eucaristía.

Jesús conecta y afirma, en el discurso del pan de vida, que hay que comer de su cuerpo y beber de su sangre. Lo cual nos da el poder de resucitarnos. “Este es el pan que bajo del cielo, del cual hombre puede comer y no morir, quien coma de este pan vivirá para siempre “.

(Conexión con el árbol de la vida: Génesis 3, luego de la caída.)

El deseo de todo Israel, en los salmos, en David, es ese deseo, sed de Dios, Salmo 42: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”

Muchos de los salmos representan esto que el hombre perdió desde el principio.

Isaías,  salmo 55:

A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.

¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.

Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.”

Igual que la eucaristía, no tiene costo. Y es una alianza eterna.

Salmo 34, V. 8. “vengan y saboreen cuan bueno es Dios”. Prefigurando la Eucaristía donde saboreamos la bondad de Dios.

Principio de restauración de esa comunión con Dios

Como decíamos, el drama de la historia de la humanidad es haber perdido esa comunión con Dios que teníamos en el Edén, y  sin embargo no perdimos el deseo de volver a tenerlo. Y Dios, si bien con la Encarnación de Jesús va a restaurar esto, lo comienza a hacer desde la Alianza con Israel. Comienza con Dios “caminando” junto a  Abraham. Y más claramente,  con la alianza en el monte Sinaí. Moisés habla “cara a cara” con Dios. Todo esto muestra un principio de restauración de esa comunión con Dios, pero sigue siendo un misterio y también una presencia de Dios como guía de su pueblo ( que es diferente a la de la Real Presencia en la Eucaristía. )

Moisés le pidió a Dios que esté con la gente, y Dios le pidió que construya el arca de la alianza ,que representa esa presencia de Dios con Israel, en un lugar físico en particular. Por eso se hacían los peregrinajes adonde esto estaba presente y podían ir al encuentro con Dios. Aunque si bien Dios trasciende el espacio real, era una representación y en lugar adonde se podía ir al encuentro con Dios. Los judíos lo llamaban “Shekináh. Un intento de encuentro con Dios, con la presencia de Dios.

Luego que Salomón construyó el Templo era allí el único lugar hacia donde podían tener este encuentro, donde el arca de la alianza únicamente podía estar.  Este intento de encuentro se hacía en el más Santo lugar dentro del tiemplo, Kodesh Ha-Kodashím ( Santo de los Santos) como la presencial “local” de Dios.

Esto prefigura la presencia de Cristo en la Eucaristía, aunque por supuesto dista en grande de la Shekináh, que no es la real presencial, sino que es un intento de estar cerca de Dios. Es solo una figura de lo Real.

Jesús dice que él es el templo real “destrúyanlo y lo reconstruiré en 3 días”.

Es excepcional que hoy podamos acceder en todo lugar. Hay una Sobre Abundancia de Misericordia y una sobre abundancia de disponibilidad, donde podemos ponernos en contacto con Dios en todos lados y en todo lugar.

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